Según las previsiones de la sociedad de tasación homologada Tinsa, el año que viene el precio de la vivienda se encarecerá entre un 5% y un 7% debido a la creciente demanda.
Desde 2014, en grandes ciudades como Madrid y Barcelona no han parado de inflarse los precios de la vivienda. Este fenómeno ha derivado en un cambio de tendencia en el sector, ya que, con la recuperación económica, mucha gente ha comenzado a buscar un nuevo hogar y, ante la imposibilidad de adquirir una vivienda en barrios céntricos por sus elevados precios, los compradores se desplazan a zonas más periféricas, donde también están subiendo las rentas.
Este incremento general de precios está obligando a las familias a realizar un mayor esfuerzo financiero para pagar sus casas, ya que ha subido el precio de la vivienda “pero hay poca evolución de los salarios a nivel general”, asegura Ferrán Font, director de estudios del portal web.
Los datos del informe certifican que a día de hoy el 25% de las adquisiciones de viviendas se están llevando a cabo sin necesidad de financiación. Por otro lado, las hipotecas se están haciendo el 40% a tipo fijo y el 60% a variable, pero casi todas según Euribor.
Además, a pesar de esta previsión de incremento de los precios de compra de la vivienda y del creciente esfuerzo para sufragar las hipotecas, Tinsa prevé que las ventas también permanezcan al alza, ya que el precio del alquiler aumentará más de un 16% de media.
En este sentido, el informe apunta a que el sector está viviendo un período de normalización, que la construcción de nuevas viviendas crecerá en 2019 y que también aumentarán entre un 5 y un 10% las transacciones de compra-venta, superando las 600.000.